Basílica de San Salvador Catedral en la Ciudad de Oviedo Asturias

      

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La Santa Basílica Catedral de San Salvador es una catedral de estilo fundamentalmente gótico que se encuentra en la ciudad de Oviedo, en el Principado de Asturias, España. Es conocida también como sancta ovetensis, refiriéndose a la calidad y cantidad de las reliquias que contiene. Está consagrada a San Salvador.

La iglesia se construye tal como la conocemos en la actualidad en el siglo XIII si bien la existencia de diferentes templos en el mismo lugar se remonta al sigo VIII. Al iniciarse en el siglo XIII el estilo predominante es el gótico si bien se pueden encontrar partes realizadas en prerrománico (Cámara Santa), románico (apostolado de la Cámara Santa) y barroco (Capilla del Rey Casto).

Inicios
 

El rey asturiano Fruela I (del 757 al 768), mandó construir una basílica consagrada a San Salvador en el terreno donde hoy se encuentra la actual catedral de Oviedo. El momento exacto de la fundación es desconocido si bien gracias a una de las dos inscripciones fundacionales, hoy desaparecidas, de la catedral de Alfonso II podemos corroborar la fundación de la iglesia por parte de su padre. Estas inscripciones fundacionales fueron destruidas a principios del siglo XVI si bien el texto se recoje gracias al obispo Pelayo en el Libro de los testamentos.

Quien quiera que contemple este templo honrado por el culto de Dios, conoce que anterior a éste hubo aquí otro, dispuesto del mismo modo, siendo fundado por Froila siervo del Señor Salvador, ofreciendo doce altares a los doce apóstoles; en cuyo favor sea piadosa vuestra oración hacia Dios, para que os de el Señor digna recompensa. Este edificio anterior fue parcialmente destruido por los paganos y profanado por los herejes, por lo que fue enteramente fundado de nuevo por el siervo de Dios Alfonso y renovado para su mejora. A él, Cristo, séale dada la gracia por tal labor y a Tí, aquí, alabanza incesante sin fin.
 

En el 794 una incursión musulmana destruye parte de la basílica de Fruela [3] así Alfonso II el Casto, rey de Asturias (del 791 al 842), hijo del anterior, al trasladar la capital del reino desde Pravia a Oviedo, mandó edificar todo un conjunto edilicio en los mismos terrenos, aprovechando algunos espacios de la antigua iglesia de San Salvador. En las excavaciones hechas en el año 1940 salieron a la luz algunos restos que dieron fe, junto con los documentos escritos, de la existencia de aquellos edificios. Gracias a la Crónica Silense podemos constatar la construcción durante treinta años del complejo eclesiástico formado por la iglesia de San Salvador, embrión de la actual catedral, el aula de Santa María, la basílica de Santa Leocadia y la Iglesia de San Tirso confirmando la existencia de un ambicioso proyecto constructivo a largo plazo.[4] Los trabajos realizados en esta época se conservaron hasta la reforma promovida por el obispo Gutierre de Toledo en el siglo XIV. De esta época perviven en la actualidad en la catedral los siguientes elementos:

La capilla palatina (que hoy se conoce como Cámara Santa).
La
Torre Vieja de San Miguel.

Siglo XII

En 1161 Urraca la asturiana realiza una importante donación de bienes a la catedral.[5] Las siguientes construcciones e innovaciones fueron en el siglo XII. Se sabe documental y arqueológicamente que existió una catedral románica con su claustro. También de esta época han llegado restos hasta nuestros días:

El último cuerpo de la Torre Vieja.

Las bóvedas de la llamada Cámara Santa.

Las esculturas de esta cámara que forman un Apostolado de gran valor artístico.

Siglo XIII

En el siglo XIII bajo el mandato del obispo Gutierre de Toledo hubo otra renovación. Es elegido primer arquitecto Juan de Badajoz si bien trabajaron además de él Juan de Candamo de las Tablas y Pedro Bunyeres.[6]

Las obras se empezaron por la Sala Capitular y siguieron por el claustro. Los inicios de las construcción del templo gótico comienzan en 1382[7] con las obras de transformación del presbiterio a capilla mayor.

Siglo XVI

En el siglo XVI se termina el pórtico y la torre de la fachada. Es lo que podemos contemplar de la catedral actual. En los siglos siguientes se hicieron obras y mejoras en muchas de las capillas.

Siglo XX

El 11 de Octubre de 1934, en la Revolución de Asturias, un grupo de revolucionarios marxistas explosionó en la cripta de la Cámara Santa una bomba que arruinó gran parte del monumento y causó serios daños a la estructura. También sus obras de arte sufrieron grandes desperfectos y desaparecieron importantes reliquias, aún así se pudieron rescatar tesoros de la cripta como el Santo Sudario de los escombros. Se realizó la reconstrucción de este desastre entre 1939 y 1942, respetando en la medida de lo posible y reconstruyendo según el original.
 

 




 

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