Iglesia
prerrománica dedicada
a San Miguel Arcángel mandada edificar hacia el
842 por el rey
Ramiro I en el Monte
Naranco, en los alrededores de
Oviedo. Se encuentra a escasos metros de
Santa María del Naranco.
Posiblemente es la
que según la
crónica Albeldense,
este monarca mandó construir junto a sus palacios con función
de iglesia palatina. En principio pudo estar dedicada a Santa
María y San Miguel.
Declarada
por la
UNESCO
Patrimonio de la Humanidad
en
1985.
En San Miguel de Lillo
destaca la originalidad de su decoración escultórica con animales,
figuras humanas, elementos geométricos, además de las escenas
de circo talladas en las jambas de la puerta de entrada.
Cumplió
las veces de capilla palatina del conjunto palaciego del
Naranco. Su altar se conserva hoy día en Santa María del
Naranco. Sólo ha llegado hasta nosotros el tercio occidental
del edificio. El resto debió venirse abajo como consecuencia
de la erosión ejercida por riachuelo cercano y por la escasa
y pobre cimentación. A pesar de todo se ha reconstruido
la planta pudiendo señalar los siguientes espacios: A los
pies un vestíbulo que sobresale ligeramente de las dependencias
laterales. En el interior este espacio tendría un segundo
piso que funcionaría como tribuna regia ( lugar habitual
de estas tribunas en el mundo prerrománico europeo ) y a
la que se accedería por las escaleras situadas en las cámaras
dispuestas a ambos lados del vestíbulo. La tribuna recibiría
su iluminación por el gran vano con celosía abierto en la
parte superior del muro del vestíbulo.
Este monumento, perteneciente al conjunto de monumentos
de Oviedo y del reino de Asturias declarados Patrimonio
de la Humanidad por la UNESCO, fue construido en el monte
del Naranco durante el reinado del rey Ramiro I para rendirle
culto al Arcángel San Miguel. Actualmente sólo se conserva
una tercera parte del edificio original. En concreto, el
pórtico, el acceso al coro, y el comienzo de tres naves.
Pero todavía se puede contemplar la ornamentación de basas
y capiteles, y algunos vestigios de las celosías de las
ventanas.
Los Monumentos
prerrománicos de Oviedo es una joya para el turista.
Cómo llegar:
Se encuentra
a unos 3km del centro de Oviedo. Para llegar basta subir por
la carretera del Naranco hacia los monumentos. El camino está
bastante bien señalizado. Existe un aparcamiento cercano a los
monumentos. En las inmediaciones
de los monumentos hay un par de establecimientos que ofrecen
algo para comer y beber.
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